El Nuevo Urbanismo: el núcleo del problema Urbano
Un punto esencial en el Urbanismo es comprender e interpretar las relaciones que se generan a partir de las relaciones entre sus elementos integradores. Uno de los principales componentes en este sentido es el espacio público.
Un punto esencial en el Urbanismo es comprender e interpretar las relaciones que se generan a partir de las relaciones entre sus elementos integradores. Uno de los principales componentes en este sentido es el espacio público.
El espacio público representa un elemento común, un lugar de encuentro con alta importancia desde tiempos remotos, pero que sin duda se ha vuelto mucho más relevante en esta época: la época de la información. La visión del espacio público en general deja implícito a través de la historia las condiciones y formas de vivir de una época, con respuestas plasmadas en la realidad.
De manera paralela se desarrolla el tejido urbano, mismo que recibe ese nombre porque posee precisamente características biológicas. En términos generales, representa un organismo vivo, es decir una estructura compleja creada a partir de una combinación de espacio y seres humanos. De hecho, el espacio urbano común es la estructura socio- espacial siguiente en escala a la individual y la familiar. El espacio público inmerso en el urbanismo es la unidad fundamental de la sociedad humana desde hace cientos de años, es un elemento socio- geométrico y no meramente una construcción entendida como un elemento que almacena simplemente movimientos.
A pesar de que actualmente estamos conviviendo a la par de una sociedad virtual electrónica, como seres humanos no hemos perdido la necesidad de las relaciones sociales, por ende, el espacio urbano no es un elemento que la vida actual haya superado, y seguramente nunca lo hará.
Los super organismos u organismos vivos se encuentran en todos los animales sociales, sean pensantes o no: insectos, caninos, felinos, seres humanos, etc. Estos animales desarrollan jerarquías a distintos niveles de elementos estructurales individuales que a su vez conforman una superestructura que ayuda al individuo a sobrevivir, aunque se tenga que renunciar o sacrificar algunas libertades por ser miembro del super organismo en sí. El super organismo tiene propiedades emergentes, imposibles de activar cuando los individuos se desconectan. Resulta pues una fuerza en escala mucho mayor, potenciada, con una complejidad infinitamente mayor respecto a los individuos que componen el sistema. Esta analogía nos ayuda a comprender la complejidad de hacer urbanismo a partir de cada individuo.
A través de la historia de la humanidad, nuestros antepasados han sido conscientes de lo anteriormente descrito, sin embargo, procesos y fenómenos sociales como las Guerras Mundiales, específicamente la segunda, ocasionaron que la sociedad comenzara a auto- destruirse porque aplica drástica y superficialmente la anti- urbanística. Los valores del espacio como lo son los factores económicos, políticos, culturales y simbólicos se han perdido a través de las prácticas inversas del Urbanismo y del correcto hacer Ciudad.
Con el pasar del tiempo, y las referidas acciones en pro del Urbanismo, se fueron perdiendo también las reglas de la geometría urbana, nuestra civilización perdió gran parte de su estructura que mantenía la coexistencia entre los individuos de una sociedad humana. Hoy en día existen numerosos asentamientos irregulares en periferias de las ciudades, aislados y sin vínculos con ninguna sociedad.
